El marco teórico constará de dos partes: el marco contextualizador y el marco teórico. El fin de estos dos es el de instruir al lector para que la lectura del análisis sea no sólo agradable sino comprensible. Entonces, se expondrán los términos que se utilizarán a lo largo del trabajo, se hará una introducción histórica de algunos de los temas y se realizará una breve revisión de las teorías a tratar.
El marco contextualizador se encargará de explicar ¿qué es el nombre? ¿Cuáles son las funciones que cumple? y cómo se ha concebido en diferentes culturas y tiempos. También se tratará, de la misma manera la concepción y los nombres de Dios. Finalmente examinará el concepto del pronombre yo y los problemas que éste trae consigo.
El marco teórico, por su parte, tratará de las teorías que se relacionan con los conceptos que se han tratado previamente en el marco contextualizador. Revisará a los más importantes teóricos, como Derrida y Cohen. El marco teórico será el paso fundamental para poder entrar en el análisis, éste es el encargado de abrir las puertas al problema del nombre y el nombrar a Dios.
lunes, 24 de septiembre de 2007
Índice
Marco contextualizador
1.1 El Nombre: ¿qué es?, funciones
1.2 Dios y los dioses (Histórico)
1.3 Pronombre Yo
1.4 Los nombres y el acontecer bíblico
Marco teórico
2.1 Concepción y nombres de Dios
2.2 Jaques Derrida y el nombre
2.3 Esther Cohen y el Dios que no se nombra
2.4 El signo de Dios
2.5 El hombre en busca de nombre
Análisis
3.1 Dioses y la literatura
3.2 Nombrarnos a través de la literatura
3.3 Yo: los cuatro
Conclusiones
Bibliografía
1.1 El Nombre: ¿qué es?, funciones
1.2 Dios y los dioses (Histórico)
1.3 Pronombre Yo
1.4 Los nombres y el acontecer bíblico
Marco teórico
2.1 Concepción y nombres de Dios
2.2 Jaques Derrida y el nombre
2.3 Esther Cohen y el Dios que no se nombra
2.4 El signo de Dios
2.5 El hombre en busca de nombre
Análisis
3.1 Dioses y la literatura
3.2 Nombrarnos a través de la literatura
3.3 Yo: los cuatro
Conclusiones
Bibliografía
viernes, 14 de septiembre de 2007
Bibliografía
- Cohen, Esther. El silencio del nombre. Barcelona: Anthropos Editorial, 1999.
- Schökel, Luis Alonso. La Biblia del peregrino. Bilbao: Ediciones Mensajero, 1998
- Scholem, Gershom, Cohen, Esther (et.all.). Cábala y Deconstrucción. Barcelona: Azul Editorial, 1999.
- Eco, Umberto. El péndulo de Foucault. Barcelona: Plaza & Janés Editores S.A., 2002.
- Popol Vuh. Colombia: Fondo de Cultura Económica de México, 1997.
- Sarh Asmă’ Allăh Al-Husnà (Comentario sobre los nombres más bellos de Dios). Madrid: Purificación de la Torre, .
- Derrida, Jacques. Memorias para Paul de Man. Barcelona: Gedisa, 1989.
- Derrida, Jaques. Las muertes de Roland Bathes. México: Taurus, 1998.
- Derrida, Jaques. La escritura y la diferencia. Barcelona: Antropos, 1989.
- Derrida, Jaques. Dar la muerte. Barcelona: Paidós, 2000.
- Levinas, Emmanuel. Dios, la muerte y el tiempo. Madrid: Cátedra, 1994.
- Cohen, Esther. Zohar libro del esplendor. México D.F.: Consejo Nacional pala la cultura y las artes, 1994.
- Paz, Octavio. La imagen, La revelación poética en El arco y la Lira. México D.F.: Fondo de Cultura económica: 2005.
martes, 11 de septiembre de 2007
Objetivos
Objetivo general: Entender el por qué no es posible nombrar a Dios, partiendo de la concepción judaica de Dios, del estructuralismo y otras teorías sobre el nombre y el nombrar.
Objetivos específicos:
- Hacer un repaso en la teoría de los nombres, del lenguaje y teorías sobre el Nombre de Dios en la concepción judaica.
- A partir de los conocimientos adquiridos con el repaso teórico, analizar la concepción del nombre de Dios.
- Entender por qué no se puede nombrar a Dios, desde el punto de vista mítico y lingüístico.
Primeros pasos
Tema: El hombre tiene un terrible afán por darse nombre, por conseguir en el tiempo y en el límitado espacio un lugar que le pertenezca o al que él pueda pertenecer. Dios, el primer y último ser, permanece sin nombre porque es de esa manera que pertenece a todos los momentos, a todos los tiempos, a todos los lugares. Nos ocuparemos de las teorías del nombre, del Nombre de Dios y del afán del hombre por pertenecer al lenguaje.
Problema: A diferencia de Dios, el lenguaje cambia, caduca y, en muchos casos desafortunados, muere. Dios no puede ser finito y nada en el mundo puede limitarlo, porque al limitarlo deja de ser. Derrida dice, que el nombre es ya portador de la muerte de su portador, nombrar a Dios, por lo tanto, es destinarlo a la muerte.
Pregunta: Cómo entender la concepción de un nombre propio para Dios, cuando el lenguaje entero es un sistema de sustitución, arbitrario, está en constante cambio por lo tanto es temporal todo lo que nombra.
Problema: A diferencia de Dios, el lenguaje cambia, caduca y, en muchos casos desafortunados, muere. Dios no puede ser finito y nada en el mundo puede limitarlo, porque al limitarlo deja de ser. Derrida dice, que el nombre es ya portador de la muerte de su portador, nombrar a Dios, por lo tanto, es destinarlo a la muerte.
Pregunta: Cómo entender la concepción de un nombre propio para Dios, cuando el lenguaje entero es un sistema de sustitución, arbitrario, está en constante cambio por lo tanto es temporal todo lo que nombra.
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